Cartas para Emanuel IV

C de Corazón

– Che Pau ¿y qué letra vas a hacer hoy?
– No sé. A ver, tirate una.
– La C.
– ¿De casa?
– No.
– ¿De casualidad?
– Tampoco.
– ¿De candado?
– No, de CORAZÓN.

Así me dijo esta mañana una persona cuando le conté lo que estaba haciendo. Persona que, paradójicamente, se adueño del mío por mucho tiempo. Sí, finalmente en pasado.
Volviendo. C de Corazón. Mitad palabra quemada, mitad desafío. Porque para mí, la única persona capaz de hablar del corazón de una forma diferente es Salzano. Daniel Salzano, lo veo en el cine y me hago chiquita. Lo leo y me dan ganas de besarle la frente. Y las manos. Y me dan ganas de invitarlo a tomar un café en el Sorocabana sólo para escuchar sus historias. Para que me hable de Jerónimo Luis de Cabrera o sólo para estar ahí cuando le digan “maestro”.

Salzano tu corazón de puño de niño enfurecido te hace ver a Córdoba como tu casa, como tu parte inseparable. Te hace preguntar miles de cosas, pero sobretodo, te hace vivir una tranquilidad enorme al saber que hiciste algo por ella.

Mi corazón en cambio, todavía no encuentra su lugar en esta gran ciudad. Más bien se la pasa intentando pertenecer a un alguien, que simplemente, lo vuelve loco.

Diciembre 09

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